La mejora prevista en facturación no se traducirá en empleo
La presentación este miércoles del XI Informe sobre Financiación de la Pyme en España, elaborado por la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR-Cesgar) arrojó un puñado de datos preocupantes sobre la situación financiera de las pequeñas y medianas empresas, pero otros muchos esperanzadores sobre el ritmo de la recuperación.
El estudio, único que incorpora a todos los sectores de actividad e incluye a los autónomos y al sector primario, concluye que en 2021 seis de cada 10 empresas (el 57,9%), más de dos millones de pymes, necesitaron financiación. Se trata del porcentaje más elevado de la serie histórica y supera en más de 23 puntos la cifra de 2019 (34,8%). Este aumento en la necesidad de financiación da idea del impacto que ha tenido la Covid en el tejido empresarial español, según explicó el presidente de SGR-Cesgar, Antonio Couceiro.
En cuanto a los productos de financiación más contratados, pocos cambios. Los créditos comerciales o de los proveedores fueron el instrumento más utilizado, seguido del préstamo bancario y las líneas ICO. Desde Cesgar ven un cambio de paradigma y otorgan más protagonismo a la financiación no bancaria. Es más, las cifras parecen acerca a España a lo que ya ocurre desde hace años en países como el Reino Unido.
El estudio revela que el 85,1% de las pymes con necesidades de financiación la resolvió con financiación ajena y de ellas, el 66,4% recurrió a financiación bancaria. Así, se observa una disminución en el uso de financiación bancaria con respecto a 2019, puesto que decrece en 11 puntos porcentuales. Por el contrario, el recurso a la financiación ajena no bancaria sufre un importante aumento, situándose en el 27,2% en 2021 (frente al 5,5% en 2019). En línea con la pérdida de actividad de los últimos años, los fondos propios pierden peso como opción de financiación para las pymes, situándose en un 19%. Para el próximo informe, el relativo a este ejercicio, desde Cesgar se comprometieron a analizar cuáles son los instrumentos de financiación no bancaria más utilizados por las pymes, "ya que sospechamos que cada vez más capital privado, y no solo los fondos de capital riesgo, deciden invertir en pequeñas y medianas empresas", aseguró Couceiro.
Recuperación lenta
Sobre cómo definen la situación las empresas, solo dos de cada 10 pymes reconocen haber iniciado la recuperación, cerca del 40% dice estar en una posición estable y un 35,2% advierte que su situación ha empeorado respecto a 2020. Y todo esto sin haber tenido en cuenta el impacto de la guerra en Ucrania.
En cuanto al destino de la financiación, la mayor parte de las pymes la ha requerido para el circulante (75,2%), ganando peso frente a la situación antes de la pandemia. El presidente de Cesgar puso de manifiesto cómo la prioridad en los momentos más duros de la pandemia fue conseguir liquidez para que las empresas pudieran continuar con su actividad. En importancia, le sigue la financiación destinada a inversión (37,2%), tanto en equipo productivo como en inmuebles. También cabe destacar que los altos niveles de incertidumbre observados en el último año se reflejan claramente en el freno a los planes de expansión de las pymes, ya que un porcentaje muy bajo ha destinado la financiación a abordar procesos de expansión en el mercado nacional o en los mercados extranjeros.
El informe también aporta datos interesantes sobre las necesidades de financiación asociadas a la digitalización y la sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, un 22,0% de las pymes ha tenido necesidades de financiación para abordar inversiones en ambas áreas y un 20,4% cree que va a necesitarla en los próximos tres años. Estas cifras convierten a ambos procesos en uno de los destinos principales de la financiación después del circulante. La digitalización es el proceso más generalizado en este tipo de inversiones y ha originado necesidades de financiación en el 13,8% de las pymes. Asimismo, esa inversión en digitalización ha sido mayor en los sectores de Servicios a las empresas (25,9%), Educación, sanidad, servicios sociales, cultura y deporte (21,7%), y Telecomunicaciones (18,2%).
En el lado positivo destaca que casi la mitad (el 46,9%) espera que su facturación mejore este año, si bien la mayoría (84,2%) no contempla traducir esa mejora en aumentos de plantilla y apenas un 11,4% creará empleo.
Con todos estos datos, la sensación expresada por distintos directivos de Cesgar es que pese a los datos sobre una recuperación asimétrica por territorios y sectores y lenta, ya que prevén que no se recuperen los niveles de facturación y resultados prepandemia hasta finales de 2023, no hay un solo sector de actividad que no esté teniendo problemas en la actualidad para cubrir ciertos puestos de trabajo y las tasas de mora son francamente bajas. La intensidad de la crisis no es como en el pasado, ya que las sensaciones generales no son negativas, concluyeron.
FUENTE: CINCO DÍAS
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